domingo, 20 de diciembre de 2009

Con mentalidad de desierto no puedes entrar a la tierra prometida. Dios nunca llamo al pueblo de Israel al desierto, Él los llamó a la tierra prometida, pero ellos se conformaban con que Dios los ayudara en sus urgencias, en vez de seguir hacia la promesa ellos rondaban por el desierto. Escuche decir que Dios tardó un solo día en sacarlos de Egipto pero ellos se tardaron 40 años en sacar a Egipto de ellos mismos.

Josué 1. 2 dice: “AHORA, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel”.

Levántate ahora! con lo que tienes a mano.

El versículo 3 sigue diciendo: “Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie”.

No hay nada que tu pises que Dios no te lo de, todo lo que le entregaron a Cristo te lo entregaron también a ti.

Siguiendo con el versículo 5, que dice: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”.

¿A qué le tienes miedo? Lo más importante es que lo tienes a Dios de tu lado. Eso el pueblo de Israel no lo entendía, no sabían a quien tenían de su lado. Tú no hagas lo mismo, confía en Él. Es Dios mismo quien te motiva! Cuando Dios le habló a Josué el Jordán estaba desbordado, era imposible cruzarlo, tenía como 1 Km de ancho, por eso Dios lo motiva.

Métete al agua, Dios te va a respaldar. Camina conforme a la promesa que Dios te hizo. El proposito con el que Dios te creó no es que estes en el desierto.

La condición para prosperar y para que todo te salga bien la encontramos en los versículos 7 y 8: Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.

En Juan 14:21 Jesús dice: “¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él”.

Tienes que meterte en la palabra. Puede haber crisis afuera pero tú estarás en la Palabra.

Has sido llamado al heroísmo, este es tiempo de poseer, ya no es tiempo de reclamar. Cuando reclamas estas esperando que otro te de, cuando posees lo tomas.

En el versiculo 17 dice algo muy interesante: “De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés”. Tu preocúpate por tener a Dios contigo y los demás sin que digas nada te seguirán. Busca de Su presencia, llénate de su palabra y obedécela.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Recuerdo que hace solamente unas semanas, estando en una playa de España, mis ojos se posaron en una piedra que había a orillas del mar, era del tamaño de la palma de mi mano. Solamente la vi unos segundos, pues luego vino una ola ¡y se la llevó!

No podía creer que el agua viniera con tal fuerza que pudiera "abrazar" esa piedra, envolverla en su agua espumante y blanca y llevársela como si fuera un papel.

De pronto se me cruzó por la cabeza que así ha hecho Dios con nosotros: Él ha tomado todos nuestros pecados y los ha sepultado en el fondo del mar. No importa lo "pesada" que haya sido nuestra vida antes de conocerle, Él ha tomado todo aquello que nos afligía para que ya no lo veamos más.

Él se llevó tu pasado y te promete una vida nueva y llena de esperanza
Él se llevó tus pecados y te dice "Levántate, tus pecados te son perdonados"
Él se llevó la culpa y condenación que estaba sobre ti y te regala libre acceso a Su presencia.

"Cristo hizo suyos nuestros pecados, y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de hacer el mal y vivamos haciendo el bien. Cristo fue herido para que tú fueras sanado". 1 Pedro 2:24 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

Yo era de esas personas que piden perdón a Dios una y otra vez por el mismo pecado, con el tiempo me fui dando cuenta de que esto era porque YO no me perdonaba, no aceptaba el perdón de Dios. Leyendo un libro noté que con esta actitud estaba diciendo: "Dios, tu obra en la cruz no fue lo suficientemente grande como para limpiar mis pecados". Cuando no aceptamos el perdón de Dios estamos subestimando la obra que Jesús hizo en la cruz por nosotros.


"Él perdona TODOS tus pecados y sana todas tus dolencias" (Salmos 103.3 BLS)

"Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados". Isaías 53.5 (NVI)

Dios "volverá a compadecerse de ti; sepultará tus iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos tus pecados". Miqueas 7.19 (RV 1960)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Solo te lo Recuerdo!!

Yo se que esto ya lo sabes, pero hoy solo te lo quiero recordar.... Eres un hijo de Dios y tienes el privilegio de disfrutar la amistad con Él. Eres una nueva creación y formas parte del cuerpo de Cristo.

Eres participante de Cristo; y participas de su vida. Eres nacido de Dios, y el malo -el diablo- no puede tocarte. Dios te ha escogido, Lis y eres hechura de Dios -su manufactura- nacido de nuevo en Cristo, para hacer su obra.

Eres una persona completa en Cristo, has recibido Su mente y eres libre para siempre de toda condenación.

Tienes acceso directo a Dios por medio de Su Espíritu y puedes acercarte a Dios con seguridad, libertad y confianza. Disfrutas de su redención y el perdón de todos tus pecados. La deuda contra ti fue cancelada y eres inocente ante Él.

martes, 1 de diciembre de 2009

¿Has sentido en alguna oportunidad como que no puedes avanzar? Es como que hay una pared delante de ti que te impide pasar. ¿Te ha pasado que estás haciendo algo pero por alguna razón no te sale bien? Has empezado un proyecto pero no avanza como desearías.

No te preocupes, tal vez sea la manera de Dios de llamarte la atención y decirte que es el momento de oportunidad que estabas esperando.

Las victorias nunca vienen antes de las derrotas.
Siempre tendremos que sufrir la tormenta antes de la calma, allí es donde Dios nos prueba y salimos refinados para ser más como Él.

Te ha sucedido que lo que viviste en el pasado no te deja vivir el presente? Sufriste algo feo y te has encerrado en ti mismo y ya no compartes tu vida con los demás.

Déjame compartir algo que me ayudó:

"Tu pasado te ha traído a tu presente, y tu presente determinará tu futuro. ¿Para qué hablar o pensar de tu pasado que no puedes cambiar si puedes hablar de tu presente, que cambiará tu futuro?"

Lo voy a escribir de vuelta para que puedas leerlo otra vez:

"Tu pasado te ha traído a tu presente, y tu presente determinará tu futuro. ¿Para qué hablar o pensar de tu pasado que no puedes cambiar si puedes hablar de tu presente, que cambiará tu futuro?"

El rey Salomón lo dijo de otra manera en Proverbios 23, 7: "Como piensa el hombre en su corazón, tal es el". Es decir, nunca podrás lograr más de lo que tú piensas que eres. La Biblia no dice que tú eres como Dios piensa de ti, tú eres lo que tú piensas de ti mismo!

Si vives encerrado en ti mismo o las únicas actividades que tienes giran alrededor de ti, te animo a que encuentres algo fuera de ti, que sea más grande que ti y que te haga olvidarte de ti mismo para que puedas darte a ti mismo.

Da lo que has recibido y encontrarás tu libertad: Dios "nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren". 2 Corintios 1:4 (NVI)